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TASA DE CAMBIO
En ediciones anteriores de El Libro, hemos señalado los determinantes principales de la tasa de cambio en nuestro país, entre estos se encuentran: el valor del dólar frente al resto de economías del mundo, el precio del petróleo y los niveles de riesgo país. Durante la pandemia del Covid-19, y en forma extraordinaria, el valor del dólar estuvo muy relacionado con la actividad económica en el corto plazo, además de la política de endeudamiento. Esto se produjo porque ante la enorme caída del valor agregado a nivel local, y a pesar de la disminución en los precios del petróleo, la demanda por importaciones se redujo tanto que la demanda por dólares cayó.
En el último año, además de los factores tradicionales mencionados hemos visto una importante incidencia de otros factores a la hora de explicar el comportamiento de la tasa de cambio. Entre ellos están la buena dinámica de las transferencias de trabajadores colombianos en el exterior y los “factores políticos” que han venido actuando sobre el nivel de riesgo país. En relación con este último aspecto, es importante recordar que durante 2022 la tasa de cambio y la prima de riesgo país se elevaron en forma significativa ante los temores, hecho que finalmente se consumó, de la elección de un gobierno de izquierda. Por el contrario, en 2023 el peso colombiano ha sido sorprendido por una importante apreciación también asociada a una caída en la prima de país.
Los factores determinantes de esta reducción en el riesgo parecen estar vinculados con tres elementos principales. En primer lugar, la nueva administración ha demostrado su compromiso con la aplicación de la regla fiscal (aunque sin reducir el déficit ni un peso más de lo que esta regla determina). Es así como el déficit fiscal está bajando de 5.3% en 2022 a 4.3% en 2023. Por otra parte, es conocido que la nueva administración ha enfrentado importantes obstáculos en el Congreso para la aprobación de su agenda inicial de reformas. Así mismo, ha sido objeto de varios fallos en su contra por parte de las Cortes44. Ambos elementos han llevado a pensar a analistas y calificadoras de riesgo que el país tiene instituciones suficientemente fuertes para evitar cambios extremos en la formulación de políticas. Esto finalmente contribuye a reducir la prima de riesgo país.
Finalmente, como movimiento de carácter general, a partir del 20 de marzo hemos sido testigos de una reducción más bien generalizada en las primas de riesgo de los países emergentes en atención a la posibilidad de que los ajustes al alza de tasas de interés en Estados Unidos hayan llegado, o estén muy próximos, de llegar a su fin. En estas circunstancias, las altas tasas de interés que aún se mantienen en varios países emergentes pueden generar algún incentivo que propicie las entradas de capital a estos países.
En relación con el comportamiento futuro de la tasa de cambio se puede llegar a las siguientes consideraciones:
44 El más destacado es el publicado el pasado 6 de julio en la Sección Primera de la sala de lo contencioso-administrativo del Consejo de Estado por el cual este tribunal ratificó la decisión de la Sección Segunda del 2 de marzo que suspendía el Decreto 227 de 16 de febrero de 2023, con el que el Gobierno asumía por tres meses, facultades para regular los precios de los servicios públicos en Colombia
a) Existe una alta probabilidad de que el valor del dólar se recupere en los próximos meses en atención a que la situación económica de otras zonas geográficas como Europa, Canadá o Australia tengan un desempeño económico relativamente más modesto que el esperado para los Estados Unidos. Esto parece ser cierto, aunque se espera que los niveles de inflación sean favorables para la primera economía del mundo.
b) Como se comentó en el capítulo sobre sector externo, en los próximos meses se espera que los niveles de actividad económica a nivel mundial presenten un retroceso en atención al aumento de las tasas de interés que se ha observado en los países desarrollados. Esta tendencia debería reducir los precios del petróleo. Sin embargo, por el lado de la oferta no se anticipan incrementos adicionales significativos de la producción en Estados Unidos y, más bien, sí algunos esfuerzos por controlar la producción por parte de Arabia Saudita. En estas condiciones los precios del petróleo podrían permanecer relativamente estables evitando un rol protagónico en el comportamiento de la tasa de cambio.
c) En Colombia estaremos observando una reducción de tasas de interés en 2024 como resultado de la continuación del proceso de desinflación de la economía. Pensamos que el proceso de reducción de tasas debe disminuir los incentivos para la entrada de capitales (o su contrapartida, reduce la retención de capitales domésticos) lo que significa que se incrementarían los incentivos para tener una menor entrada de capitales.
d) Cuando se examinan las entradas de divisas a Colombia en lo corrido de 2023, tanto las remesas de trabajadores como los flujos por inversión extranjera directa, en particular los asociados a la exploración y explotación de petróleo, han representado un aporte importante. Consideramos que estos ingresos van a ser menores en 2024 como resultado del aumento previsto en la tasa de desempleo en Estados Unidos así como la moderación en el interés por parte de compañías petroleras extranjeras en continuar con sus proyectos en nuestro país.
En resumen, estimamos que si bien 2023 fue el año en el que el mercado incorporó una prima de riesgo política inferior por efecto de las limitaciones institucionales a los eventuales excesos en la formulación de políticas, consideramos que ese efecto ya está descontado y no sería un factor adicional de nuevos ajustes a la baja en la tasa de cambio. Por el contrario, los factores relativos a remesas, desempeño de la inversión petrolera y la apreciación del dólar a nivel global deben implicar aumentos de la tasa de cambio en 2024 frente a los niveles observados en septiembre de 2023. La tasa de cambio frente al dólar estimada para el próximo año es de COP 4,300 por dólar americano.
Es importante recordar además que el país perdió el grado de inversión en 2022 y que por lo tanto los niveles de volatilidad de la tasa de cambio son superiores a los que acostumbrábamos tener antes de este evento.
“el compromiso con el cumplimiento de la regla fiscal ha
contribuido
a la apreciación del peso colombiano”