Para 2024, esperamos que las tasas de interés se mantengan altas por un tiempo más prolongado en las economías desarrolladas, especialmente en Estados Unidos, en medio de los riesgos que suponen los mayores precios del petróleo, la fortaleza del mercado laboral y la indexación de los precios en la economía. Este escenario seguirá favoreciendo las inversiones en renta fija internacional y local, especialmente teniendo en cuenta que los bonos del Tesoro americano a 10 años podrían mantenerse por encima del 4%; algo que no se observaba en más de 20 años. Sin embargo, esto seguirá limitando el desempeño financiero de las empresas, lo que representaría un reto para los mercados de acciones. En el caso de Latinoamérica, la relocalización de las cadenas de suministro seguirá favoreciendo a Brasil y México principalmente.
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