INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA Y SUS SECTORES

I.INTRODUCCIÓN

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INTRODUCCIÓN

Los retos para la economía colombiana tras el fenómeno del Covid-19 entre 2020 y 2022 han sido enormes. El aumento de la deuda, la pérdida del grado de inversión y la aceleración de la inflación - con el mayor incremento desde 1998- son elementos que sacudieron a empresas y hogares. A esto se suma el necesario, pero doloroso, incremento reciente en las tasas de interés que tiene por objeto reducir los desequilibrios macroeconómicos existentes.

La instauración del nuevo gobierno nacional el año pasado en nuestro país no ha contribuido sustancialmente a disminuir la incertidumbre. Si bien con un propósito redistributivo legítimo, la nueva administración ha tenido dificultades para unir visiones en un acuerdo político nacional. A las deficiencias iniciales en los mensajes relativos a la velocidad y alcance de la política de transición energética, se suman polémicas declaraciones que atañen a la institucionalidad económica1, lo que ha generado inseguridad. También ha sorprendido el sesgo “estatista” de varias de las propuestas económicas, en particular la reforma a la salud, y la dicotomía de la nueva administración frente al papel de los empresarios en la generación de riqueza. Si bien en el Plan de Desarrollo se establece que “la creación de riqueza es absolutamente necesaria para que se pueda avanzar hacia una distribución adecuada del ingreso. Y en esta tarea, las dinámicas públicas y privadas son complementarias 2, los empresarios se quejan de que “la actitud del gobierno frente al sector privado no es la mejor3”, hablan del debilitamiento del sector privado, así como de la falta de colaboración público-privada en los temas trascendentales para sacar adelante las transformaciones que requiere el país. Es deseable que con el tiempo estos temas se clarifiquen y se logren alcanzar acuerdos amplios sobre los diferentes asuntos de la agenda.


1 Se destacan las relativas al control de capitales, la independencia del Banco de la República, la legitimidad del Comité Autónomo de la Regla Fiscal y la “renegociación” de TLC con Estados Unidos.

2 Tomado del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, Pág 27.

3 “El país es de todos, deben entender que los que no somos ellos tenemos algo que decir”: Bruce Mac Master, Presidente de la Andi. Recuperado de: https://www.semana.com/economia/macroeconomia/articulo/el-pais-es-de-todos-deben-entender-que-los-que-no-somos-ellos-tenemos-algo-que-decir-bruce-mac-master-presidente-de-la-andi/202350/

En medio de circunstancias internas con alta incertidumbre, el entorno económico global plantea retos y oportunidades. En lo que a los primeros se refiere, es innegable que en la última parte de 2023 vamos a ver una pérdida de dinamismo de la actividad económica en Estados Unidos generada por el alza de las tasas en los últimos meses, el endurecimiento de las políticas en la aprobación de crédito por parte de los bancos de ese país y la posibilidad de un retroceso aún mayor en el mercado inmobiliario. En Europa, el comportamiento esperado de la actividad es también retador, especialmente en lo relacionado con los altos niveles de inflación que todavía persisten en economías como la alemana, lo que aún genera expectativas de aumento de las tasas de interés o por lo menos de mantenerlas en los niveles actuales durante un periodo prolongado. Además, la desaceleración económica global -especialmente de China- ha reducido considerablemente el dinamismo de las exportaciones del país germano. Para terminar, el caso de la potencia asiática es también complejo en la medida en que a los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos se suman las persistentes dificultades en el sector inmobiliario y la pérdida de dinamismo del sector privado ante un gobierno central que desea recuperar espacios en la economía.

A pesar de las adversidades externas, el entorno para los países emergentes en 2024 también podría verse beneficiado por algunos vientos de cola. En cuanto a inversiones, se presenta un ambiente propicio para nuevos flujos de inversión directa provocados tanto por la desviación de recursos que se dirigían a las economías rusa y china, como por la preferencia manifiesta por parte de varios inversionistas de situarse en países democráticos y más cercanos a los centros de consumo occidental, lo que ha popularizado el término "nearshoring" 4. En lo que a turismo mundial se refiere, a pesar de la desaceleración que observamos, parece conservarse todavía una dinámica de crecimiento en países emergentes en atención a los bajos precios relativos para estos servicios en sus economías.


4 El término nearshoring, en posición al de offshoring, hace referencia al mecanismo por el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a terceros países ubicados cerca al país contratante, generalmente en aquellos que comparten fronteras o tienen el mismo huso horario. En el caso del offshoring la consideración para escoger la ubicación es simplemente la de reducir costos independientemente de su ubicación geográfica. Esta definición está inspirada en la que se encuentra en https://www.nextu.com/blog/que-es-el-nearshoring-y-por-que-es-importante-para-america-latina-rc22/

Por último, la reducción de tasas de interés en la economía de los Estados Unidos, que debería iniciarse en la segunda mitad del 2024, contribuirá a reducir las presiones sobre el pago de intereses de la deuda en estos países.

Finalmente, una de las características del mundo después de los eventos que se sucedieron a raíz del Covid-19 ha sido el incremento y la persistencia de altos niveles de incertidumbre. Aunque varios indicadores están disponibles para medir el fenómeno, a continuación presentamos dos de los más representativos: el primero es la encuesta de incertidumbre empresarial que realiza la FED de Atlanta en alianza con la Universidad de Stanford, en la que se entrevista mensualmente a 470 ejecutivos en los Estados Unidos y se les pregunta sobre la distribución de las expectativas para los próximos doce meses de variables como el crecimiento del empleo y de las ventas. A cada valor (punto) seleccionado por la empresa le es asignada una probabilidad -subjetiva naturalmente-. Teniendo en cuenta la desviación de los resultados de cada empresa se construye un indicador agregado de la dispersión de los pronósticos. El segundo indicador es el Índice de Incertidumbre Mundial (WUI por sus siglas en inglés) que publica el Fondo Monetario Internacional (FMI) de manera trimestral y se estima con base en el número de citaciones de la palabra “incertidumbre” en reportes sobre países 5.


5 En particular se utilizan los reportes de país generados por The Economist Intelligence Unit.

Gráfica de incertidumbre en el crecimiento de las ventas de EE.UU
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Gráficade incertidumbre mundial, índice
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En el caso del índice para los EE.UU. se puede observar que la varianza en la expectativa de ventas a doce meses aumentó significativamente después de la pandemia. Lo que más llama la atención es que después de pasados más de tres años estos niveles de incertidumbre no han cedido. En el caso del Índice del FMI es interesante destacar cómo la incertidumbre alcanzó su nivel más alto de la historia durante los primeros meses de la pandemia y si bien retrocedió de forma importante hasta marzo de 2021, situándose por debajo de su promedio histórico, el indicador ha vuelto a alcanzar niveles sólo superados en otras cuatro ocasiones en los últimos 33 años. Algunas hipótesis de por qué la incertidumbre aumentó y se mantiene alta son:

a) A raíz de la pandemia se implementaron políticas monetarias y fiscales expansivas en la mayor parte de países, las cuales tuvieron que revertirse rápidamente en atención a que los niveles de demanda se normalizaron mucho más rápido de lo planeado, con lo cual los niveles de inflación se elevaron considerablemente. En medio de la pandemia algunos países registraron burbujas en los precios de los activos -especialmente en acciones y finca raíz-. Ante la normalización de las políticas expansivas se han presentado correcciones importantes en los precios de estos activos, generando impactos adversos en la riqueza de los hogares. Por otro lado, en muchos países la expansión fiscal durante estos años ha llevado a niveles insostenibles a la deuda pública.

b) En los últimos años los hábitos de ahorro y consumo de los hogares cambiaron significativamente. El trabajo en casa, en alguna de sus modalidades, es parte de la cotidianidad, así como las compras virtuales, lo que ha generado severos ajustes en la ubicación geográfica de los centros de consumo y disfrute de los servicios. La educación virtual, incluso transnacional, ha generado fuerte competencia a los establecimientos tradicionales.

c) A los cambios estructurales originados por la pandemia se suman las acciones de los gobiernos y de las empresas para generar transiciones hacia sociedades con menor emisión de carbono, lo que a su vez está propiciando el marchitamiento de ciertos productos e industrias, como la producción de plásticos. En contraposición, se observa el surgimiento de industrias y productos eventualmente más sostenibles. La preservación de áreas forestales, la diversificación de fuentes de energía hacia aquellas no convencionales y la orientación de la producción a vehículos eléctricos ha generado importantes aumentos en las estructuras de precios de insumos como el litio o la madera.

d) La guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la invasión de Rusia a Ucrania están generando cambios importantes en términos de diversificación geográfica de los diferentes eslabones de las cadenas productivas. Algunos países -como México- se han visto altamente favorecidos por estos cambios. Como parte de esta guerra, EE.UU. está otorgando incentivos fiscales en industrias como las de semiconductores, computación, procesamiento de información y comunicaciones, los cuales están produciendo aumentos considerables en los niveles de rentabilidad. Esta situación contrasta con las caídas de estos indicadores en sectores tradicionales de la industria, el sector productor de combustibles fósiles e incluso la banca.

e) Además de lo anterior, se empiezan a sentir los efectos de tecnologías como la inteligencia artificial sobre muchos negocios en ámbitos como la automatización de tareas repetitivas, el análisis de datos, el mejoramiento de procesos y el soporte virtual en la atención al cliente. Existe el temor de que el uso de estas tecnologías induzca una sustitución de trabajadores adicional a la que ya se ha venido dando desde hace varias décadas con la tendencia a la digitalización y que fue acelerada por la pandemia.

Una de las consecuencias prácticas de registrar la confluencia de todos estos elementos es, sin lugar a dudas, la merma en la capacidad de los economistas para hacer proyecciones. Un reflejo de esta situación es que los banqueros centrales deben recurrir constantemente a la expresión "data dependent", que significa “dependientes de la información económica” pues en algunos casos son tan pobres las proyecciones que las medidas de política económica varían considerablemente según lo que se observe con la publicación de la última información.

Las particularidades del caso colombiano: corrección parcial de los desequilibrios observados en 2022.

La economía colombiana evidenció en 2022 un fuerte desequilibrio macroeconómico relacionado con una política fiscal excesivamente laxa, un déficit fiscal alto y las complejidades de una economía caracterizada por la presencia de numerosos mecanismos de indexación de precios.

Parte de estos desequilibrios se generaron porque la respuesta de política de los países frente a la expansión de Covid-19 fue naturalmente contracíclica. La situación requería del aumento del gasto público para atender la emergencia que se presentaba en muchos frentes: a los requerimientos derivados de la emergencia sanitaria se sumaron los asociados a la emergencia social, ante la pérdida de empleo de muchos ciudadanos. Sin embargo, la llegada de las vacunas en 2021 y la recuperación de los niveles de movilidad pusieron de manifiesto la necesidad de limitar el alcance de la política fiscal a finales de ese año. Por esa época ya muchos países habían limitado los subsidios a la población en un intento de contener el creciente aumento de la deuda.

En el caso colombiano, los intentos para estabilizar la economía tanto en 20206 como en 20217 a través de decretos de emergencia o leyes fiscales fracasaron. Por otra parte, ante el temor por los efectos de ajustar el precio de la gasolina sobre el orden público, los precios al consumidor final del combustible se mantuvieron relativamente estables por un buen tiempo, lo que terminó generando presiones fiscales muy fuertes. Es así como durante 2021 y 2022 el gasto adicional necesario para atender el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ascendió a COP 3.6 billones y COP 18.2 billones, respectivamente.


6 El caso más evidente del fracaso en la estabilización fue el asociado a la creación del denominado Impuesto Solidario a través de un decreto bajo la emergencia económica. El decreto concentró el alza de impuestos en empleados públicos, lo que posteriormente causó su derogatoria por parte de la Corte Constitucional.

7 El intento de resolver el desequilibrio fiscal en este año estuvo asociado al proyecto de reforma tributaria que extendía el IVA a la canasta familiar y que mediante transferencias monetarias pretendía compensar la pérdida de poder adquisitivo de la población más pobre. La reforma fue retirada por el gobierno. El resultado final fue que en 2021 no se hizo prácticamente ajuste fiscal y que en 2022 este fuera bastante moderado.

Todas las medidas comentadas llevaron a que la expansión del gasto público en 2021 fuera muy elevada y que el déficit fiscal fuera muy cuantioso (vale la pena recordar que el incremento real anual en el gasto en ese año fue de 9.8%). Por su parte, los consumidores desahorraron buena parte de los recursos acumulados durante la pandemia, con lo cual el consumo de los hogares creció 14.5% en 2021 y 9.5% en 2022. La contrapartida fue un crecimiento anual de la economía de 11% en 2021 y 7.3% en 2022. No obstante, los síntomas de los desequilibrios empezaron a acumularse rápidamente: la inflación fue una de las más altas de América Latina -excluyendo países como Argentina o Venezuela, donde los bancos centrales emiten para financiar al gobierno- y el fuerte incremento del déficit en cuenta corriente.

Otro de los elementos que afecta la estabilización macroeconómica de Colombia es que a raíz de la inflación elevada observada en las décadas de los 80 y 90, los agentes económicos introdujeron mecanismos de indexación, es decir, mecanismos de reajuste automático de precios que hacen más difícil la reducción de la inflación. Un ejemplo de esto lo encontramos en la forma en que se definen los aumentos de los precios de los arriendos, matrículas en colegios privados, servicios públicos, tarifas de transporte, entre otros.

Es interesante mostrar cómo a pesar del menor crecimiento de la economía colombiana en 2023 los niveles de producto, comparados con otros países de América Latina, siguen siendo altos desde una perspectiva de largo plazo. En efecto, al construir un índice con base 2018=100 para comparar la evolución del PIB en varios países, encontramos que a pesar de la desaceleración económica observada en 2023 los niveles de producto de nuestro país resultan bastante más altos que los alcanzados en el resto. En consideración a lo anterior, el país requería un ajuste importante de su economía, hecho que se ha venido dando con la reducción del déficit fiscal, pero sobre todo, con el aumento de las tasas de interés por parte del Banco de la República. Ante esto la desaceleración era entonces inevitable.

Gráfica de producto interno bruto, índice 100 -2018
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