“Para 2023 será importante monitorear el incremento
del salario mínimo”
V. POLITICA MONETARIA
El Banco de la República inició su política de ajuste de tasas en septiembre de 2021 mediante un tímido incremento de 25 puntos básicos. El ritmo de aumento se aceleró a 50 puntos básicos en las reuniones de octubre y diciembre y posteriormente se incrementó a 100 puntos básicos en la reunión de enero de este año. Este ritmo se mantuvo en las tres reuniones siguientes pero, a partir de junio, se aceleró nuevamente hasta los 150 puntos básicos.
La aceleración en el ritmo de incrementos en la tasa de interés se debe tanto al comportamiento de la inflación (que no ha dejado de registrar noticias negativas) como al crecimiento de la actividad económica y en particular del consumo de los hogares.
A este respecto, vale la pena mencionar que si bien el crecimiento secuencial de esta última variable venía en moderación al pasar de un 4.1% al finalizar el tercer trimestre de 2021 a 3.6% en el cuarto y a 2.4% en el primer trimestre de 2022, para el segundo trimestre del año se registró un repunte importante, lo cual, sumado a la aceleración de la inflación, propició el aumento en el ritmo de incrementos a los 150 puntos básicos. Además, el Banco de la República argumenta en sus comunicados de prensa la fragilidad de la cuenta corriente y la importancia de mantener un diferencial de tasas de interés que reste presiones sobre la tasa de cambio
¿Qué esperar de esta variable para lo que resta de 2022 y el 2023? Para lo que queda del año esperamos que la política de ajuste de tasas continúe de tal manera que para el cierre del año se llegue a una tasa neutral en términos reales25. Así las cosas, además del ajuste de 150 puntos básicos de septiembre que dejaría la tasa en 10.50%, esperaríamos otros hasta alcanzar una tasa entre 11% y 11.5% en la última reunión del año, acorde a nuestras proyecciones de inflación.
Tal como se ha comentado en las secciones anteriores, para el próximo año se espera una moderación tanto en el aumento de la inflación como en el ritmo de crecimiento. Teniendo en cuenta los principales riesgos a la baja, en especial en el ámbito de la inversión, consideramos que no resulta apropiado que el Banco de la República siga elevando su tasa de intervención en 2023 y que más bien mantenga estable su tasa de política en los niveles de cierre de 2022 a la espera de que la desinflación de la economía permita que las tasas se tornen positivas en términos reales . ¿Qué tanto deberían mantenerse estables? Todo depende de la magnitud del proceso de moderación en la inflación y en el crecimiento. En el escenario base que estamos contemplando, la moderación en la actividad económica permitiría que el Banco de la República pudiera bajar sus tasas de tal manera que continúe siendo consistente con alcanzar niveles neutrales de tasa de interés (tasa de interés real de cero). De esta manera, la tasa de intervención en 2023 podría reducirse a niveles cercanos al 7.75%.
25 Recordemos que al cierre de este documento la tasa de intervención era del 9% en tanto que la inflación se encontraba en 10.8%, es decir todavía las tasas son negativas en términos reales.