El 2020 ha sido un año nefasto para las actividades manufactureras. Tras haberse expandido 1.6% anual en el primer semestre de 2019, en los primeros seis meses de 2020 el sector cayó 13.2%. El mayor decrecimiento se presentó en la producción de bienes de capital que cayó 18.6% en este periodo, mientras la producción de los bienes intermedios se redujo 14.3% y la de bienes de consumo 11.3%. Específicamente, los subsectores relacionados con hilatura, confección de prendas de vestir, accesorios y la fabricación de calzado, la fabricación de vehículos automotores, de sus autopartes y “otro equipo de transporte” fueron los que promovieron el fuerte retroceso que tuvo el sector en la primera mitad del año. Solo 8 de los 39 subsectores considerados en las actividades manufactureras lograron variaciones anuales positivas en la primera mitad del año, dentro de las que encontramos a procesamiento y conservación de carne, pescado y moluscos (1.9%), la elaboración de aceites y grasas de origen vegetal y animal (8.4%), de lácteos (2.3%), de productos de molinería (8.1%), de azúcar y panela (1.6%), de productos de panadería (6.1%), de productos alimenticios (5.1%) y de alimentos preparados para animales (4.3%).
Esperamos un segundo semestre más dinámico en las tres grandes agrupaciones de bienes manufacturados, con el repunte más notable proviniendo de los bienes de consumo, seguido de los bienes de capital y finalmente los bienes intermedios, lo que permitiría cerrar el año con una caída de 12.5% en el valor agregado de este sector. Nuestras estimaciones incorporan un nivel de actividad agregada que, a pesar de la senda de recuperación que viene transitando, se mantendría débil en el segundo semestre del año.