Si bien el 2020 pasará a la historia como uno de los años de mayores dificultades para los mercados accionarios, el 2021 seguramente también estará cargado de eventos y factores que podrían llevar a que la volatilidad y la incertidumbre permanezcan altas. En ese sentido, la variable que mayor impacto tendrá en el desempeño de la renta variable será la velocidad de recuperación de las economías, dado que esta marcará el compás, la capacidad y consecuentemente las expectativas de desempeño de las compañías.
Nuestro grupo de analistas aplica diferentes metodologías de valoración, las cuales son ampliamente aceptadas internacionalmente para determinar el valor justo de una compañía. El uso y selección de cada metodología depende del tipo de negocio, información disponible y discreción del analista y equipo de Davivienda Corredores.
Flujo de caja libre o ingreso residual (70%):
Estimación del costo del Equity (Ke):
KeUSD
= [Tasa libre de riesgo (Rf) + Beta Apalancado (BL)
* Prima por riesgo de mercado ponderada (RP)
* Factor multiplicador (1.02)]
Tasa libre de riesgo (2.12%): Promedio 5 años de los US 10 Year Bonds.
Beta Apalancado: Estimado a través de la metodología bottom up beta, lo que significa que usamos un grupo de empresas comparables (las mismas de la valoración por múltiplos) para estimar un beta desapalancado, que posteriormente apalancamos dependiendo de la estructura de capital de la compañía para cada uno de los años de estimación.
Prima Mercado: La suma del promedio 5 años de la prima de riesgo por capital de EE.UU. (5.57%) y el promedio de 5 años del riesgo país ponderado por participación de los ingresos de cada país donde la compañía tenga operaciones (2.53% para Colombia). Datos publicados por Damodaran.
Devaluación: Para el cálculo de la devaluación, utilizamos los diferenciales de las inflaciones de largo plazo de Colombia (3.0%) y EE.UU. (2.0%).
Valoración Relativa (30%):
La valoración relativa es realizada a través de múltiplos forward looking, obtenidos de la mediana del grupo de empresas
comparables de Bloomberg y Capital IQ. A través de dichos múltiplos estimamos un valor justo para el equity, usando
nuestros propios estimados de EBITDA, utilidad neta, ventas, etc.
Suma de Partes:
Los conglomerados, holdings y algunas compañías en particular son valorados por suma de partes, tomando como base los
Precios Objetivo de sus inversiones estratégicas, los Precios de Mercado de las inversiones no estratégicas y/o el valor
en libros de otras inversiones menos representativas.
Precio Objetivo (P.O):
Corresponde al valor justo al que, según nuestras expectativas de desempeño financiero futuro y metodologías de
valoración en Davivienda Corredores, estimamos la acción de una compañía debería negociarse en el mercado de capitales.
No obstante, debido a que estas metodologías contemplan factores de largo plazo, el precio de mercado puede desviarse
por periodos prolongados de esta estimación; por lo cual, la aproximación de nuestras recomendaciones conserva una
mirada de largo plazo.
Recomendación:
El sistema de recomendaciones de Davivienda Corredores está conformado por una recomendación fundamental de inversión y
una calificación que responde al nivel de riesgo asociado a la recomendación emitida. La recomendación es el resultado
de una ponderación de criterios cuantitativos (70%) y cualitativos (30%).
El pilar cuantitativo de la recomendación corresponde a lo explicado en “Metodología de Valoración”. Por su parte, el pilar cualitativo busca tener en consideración aspectos que no necesariamente impactan el ejercicio de valoración, pero que pueden tener impacto significativo en el valor y precio de las compañías bajo cobertura. Nuestro proceso de evaluación cualitativo abarca los principales aspectos considerados en el Gobierno Corporativo, que son juzgados a criterio de nuestros analistas en una escala de 1 a 3. A las compañías con mejores estándares se les asigna 3 en el criterio evaluado.
Para el nivel de riesgo asociado a la recomendación fundamental estimado para las compañías del universo de cobertura, se tiene en consideración la volatilidad del activo bajo juicio y criterios fundamentales inciertos que serán discrecionales del analista.
Según lo anterior, con el fin de establecer un mecanismo de clasificación adecuado en nuestras recomendaciones de renta variable, y teniendo en cuenta que algunas de las acciones en nuestro universo de cobertura no tienen un alto nivel de liquidez, dividimos las recomendaciones en acciones de alta y de baja liquidez; las primeras de las cuales pertenecen al índice Colcap.
Es importante destacar que en caso de presentarse algún evento de corto plazo que no pueda ser incluido en la valoración, y que ponga en riesgo la materialización de nuestro P.O., será discreción del EQUIPO cambiar la recomendación de inversión. Adicionalmente, las recomendaciones incorporan aspectos y riesgos que podrían deteriorar la generación de valor a los accionistas, tales como factores de gobierno corporativo, la capacidad de generación de utilidades en el largo plazo y el apalancamiento.
En nuestra pasada publicación (nov-19) “El libro 2020: Colombia, con fuerza propia” utilizamos los Precios Objetivo de las compañías bajo cobertura y sus respectivos escenarios de sensibilidad, para estimar el valor justo del COLCAP en 2020.
Nuestro escenario base de estimación publicado para ese entonces fue de 1,735 puntos, con un escenario pesimista de 1,565 puntos y un escenario optimista de 1,884 puntos.
No obstante, siendo conscientes de la coyuntura, en mayo publicamos el reporte “Valor más allá de la gran cuarentena” donde realizamos una actualización de nuestro ejercicio incorporando supuestos acordes a los desafíos desatados por el COVID-19.
El ajuste resultó en un escenario base para el COLCAP en 2020 de 1,365 puntos, un escenario pesimista de 1,218 puntos y uno optimista de 1,508 puntos. Actualmente el COLCAP fluctúa muy cerca de nuestro escenario pesimista.
Para lo que resta del año 2020 esperamos que el COLCAP continúe fluctuando muy cerca de nuestro escenario pesimista, ante la ausencia de catalizadores en el corto plazo y, por el contrario, los riesgos de nuevas olas de contagio se han incrementado
Esperamos un positivo año 2021 para el índice COLCAP, cuyo principal catalizador será el repunte en el desempeño de la economía que se traducirá en una recuperación gradual de las cifras de las compañías
La actual crisis económica global es la más severa desde la Segunda Guerra Mundial y, aunque recientemente se ha presentado un rebote en la actividad económica, las expectativas apuntan a que el camino de recuperación a recorrer, probablemente, será prolongado, desigual y rodeado de incertidumbre. Adicionalmente, una recuperación sostenible de la economía no está asegurada mientras la pandemia no esté controlada, puesto que en algunos lugares se están experimentando nuevos brotes de contagio, que ponen en riesgo las reaperturas graduales que se han venido implementando.
Pese al fuerte golpe derivado de la crisis y aunque somos conscientes de los retos, nuestra perspectiva es optimista por varios factores dentro de los que destacamos: i) Colombia retomaría su rumbo con un crecimiento positivo y transversal de todos los sectores de su economía, donde estimamos que el PIB pase de una contracción de -7.5% en 2020 a un crecimiento de 5.3% en 2021; y ii) las tasas de interés, tanto en Colombia como a nivel global, se mantendrían bajas y estables, limitando los retornos de la renta fija e incrementando el atractivo por el mercado de acciones.
Potencial de valorización frente al valor justo del COLCAP sería de 24%
En este contexto, y como es tradición para nuestra publicación de EL Libro, revelamos nuestra estimación de valor justo del índice COLCAP. En línea con nuestra metodología tradicional, tomamos como base los Precios Objetivo bajo los tres escenarios: pesimista, base y optimista que evaluamos para cada compañía.
Sobre esta base, estimamos un valor justo para el índice COLCAP en 2021 de 1,454 puntos, el cual representa un potencial de valorización de 23.7% frente al nivel actual. Vale la pena destacar que aun en nuestro escenario pesimista, el COLCAP presenta un potencial de valorización de 9.2%, reflejando el amplio descuento frente a su valor justo al que transa el grueso de las compañías que lo componen.
Destacamos que nuestros Precios Objetivo no incorporan descuentos por gobierno corporativo, liquidez o investigaciones. Sin embargo, somos conscientes que actualmente el mercado le asigna a algunas compañías este tipo de descuentos lo que las puede llevar a desviarse de nuestra estimación de valor justo a nivel fundamental.
Por último, para el cálculo del valor justo fundamental, estimamos un descuento en las acciones preferenciales de Grupo Sura (3%), Grupo Argos (12%) y Cementos Argos (15%), frente a nuestro precio objetivo basados en un promedio EWMA (Exponential Weighted Moving Average) de los últimos 3 años.
Las expectativas de recuperación serán un factor clave que determinará el atractivo de la inversión en acciones. En ese sentido, en la medida que el peor momento de la crisis empieza a quedar atrás y pese a que la recuperación será lenta; el abanico de oportunidades en el mercado local se ha abierto nuevamente y el potencial de nuestro mercado luce altamente atractivo. Desde la publicación de El Libro 2020 – Colombia con fuerza propia, el grueso de las compañías colombianas continúa evidenciando amplios descuentos frente a sus valores justos, incluso tras incorporar fuertes impactos a cada sector, lo que implica que aún existe un potencial atractivo en el mercado local y posiblemente una oportunidad histórica de inversión.
Pese a que el potencial de valorización del índice COLCAP es alto, esta crisis tiene componentes muy particulares que limitan la visibilidad sobre la dinámica de recuperación que tomará cada sector y cada país donde tienen presencia las compañías de nuestro universo de cobertura.
Donde parece no haber mayor incertidumbre es en la expectativa acerca de que las bajas tasas de interés serán una constante durante el 2021, resultando en mayores primas de riesgo por capital que se convierten en factores que dan señales acerca de las oportunidades para aumentar la participación en acciones en los portafolios, a lo cual se debe sumar otro factor como las perspectivas de repuntes en inflación. En el caso colombiano, al igual que para algunos países emergentes y de la región, pese a que el escenario de recuperación luce altamente retador y las herramientas de políticas fiscal y monetaria son más limitadas que en países desarrollados, la brecha entre valor justo y precio de mercado hoy luce bastante amplia, donde estimamos que el COLCAP tiene un potencial de valorización de 23.7% y pese a que estimamos que varias compañías no distribuirían dividendos en 2021, el retorno por dividendos alcanzaría 2.6%, lo cual implica un retorno potencial total del 26.3% en el mercado colombiano.
aún existe un potencial atractivo en el mercado local y posiblemente una oportunidad histórica de inversión
1. Altos niveles de deuda soberana y corporativa
Los retos derivados de los altos niveles de deuda soberana y corporativa no se pueden dejar de lado, pues una rebaja en la calificación crediticia del país se traduciría a su vez en una menor calificación para las compañías locales, lo que en un entorno donde las empresas han tenido que incrementar sus niveles de endeudamiento, puede impactar la rentabilidad y generación de valor.
La aparición y el posterior desarrollo de la pandemia ha obligado a los diferentes países a hacer uso sin precedentes de sus herramientas tanto de política fiscal como monetaria, en busca de favorecer las condiciones financieras y compensar el entorno de incertidumbre sobre la economía, lo que en efecto ha permitido mitigar el impacto de la pandemia y ha impulsado la recuperación de los mercados.
En este contexto, las empresas han podido refinanciar sus deudas y sortear los problemas de liquidez derivados de la caída de actividad económica y la disminución de los ingresos por cuenta de las cuarentenas. No en vano, la cartera comercial en Colombia ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo a pesar de la desaceleración de la economía, como efecto del incremento en la demanda de créditos para mantener apropiados niveles de liquidez.
Por el lado del país, una de las mayores fragilidades está representada en el elevado nivel de endeudamiento, que a cierre de 2020 superaría el 60% del PIB. En este contexto, el riesgo de una rebaja de calificación es bastante alto y estará condicionado a la capacidad de saneamiento de las finanzas públicas a partir del 2021 (ver capítulo: Colombia retoma su rumbo).
Respuesta de Gobiernos y Bancos Centrales ha sido determinante para garantizar acceso a liquidez; sin embargo, esto ha significado aumentos generalizados en el nivel de endeudamiento
3. Avance en implementación de recomendaciones de la Misión de Mercado de Capitales Recientemente, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público dio a conocer el documento “Política Pública para el desarrollo del sistema financiero”, que será la hoja de ruta para una serie de reformas que buscan promover el desarrollo del mercado de capitales y la profundización financiera. El gobierno ha retomado muchas de las recomendaciones de la Misión de Mercado de Capitales (MMC) y ha mencionado que espera dejar implementadas las reformas antes de que finalice el actual periodo presidencial. Entre los principales cambios que traerían resultados positivos para el mercado resaltamos:
Arquitectura financiera: Acorde a la recomendación de la MMC se avanzará en adoptar un modelo de intervención funcional, centrado en las actividades y no en el tipo de licencia financiera, de manera que el Gobierno pueda modificar las actividades de las licencias existentes; esto abre el camino a licencias modulares, de tal manera que una sola entidad podrá realizar una o varias actividades autorizadas.
Política Pública para el desarrollo del sistema financiero, que será la hoja de ruta para una serie de reformas que buscan promover el desarrollo del mercado de capitales y la profundización financiera.
Con esto se busca dinamizar la competencia e incentivar la entrada de nuevos jugadores, puesto que se estudiará la posibilidad de admitir una mayor diversidad de agentes en la intermediación de valores.
Se actualizará el régimen de revelación de información relevante por parte de los emisores, así como un ajuste al Código de Comercio que permita un relacionamiento más eficiente y transparente con los inversionistas.
Expandir la base de inversionistas: Se busca generar incentivos adecuados para una eficiente administración de portafolios institucionales y de recursos públicos, generando condiciones propicias para la inversión extranjera y lograr así simplificar la entrada y participación de los inversionistas retail. En este sentido, en línea con las recomendaciones de la MMC 2019, se realizará una revisión comprensiva al régimen de inversiones, incluyendo los activos admisibles y límites autorizados de los Fondos de Pensiones Obligatorias.
Además, se realizará una revisión del modelo de gestión y administración de los fondos públicos vinculados a la seguridad social en pensiones, en particular, en lo relacionado con FONPET. Por su parte, con el fin de mejorar el proceso de selección de los gestores de los fondos públicos, así como incrementar el número de agentes que participen en el proceso, se propondrá una modificación a la Ley 549 de 1999 para que, en lugar de adjudicar el Fondo como unidad a través de consorcios, se opte por otorgar múltiples mandatos de inversión sobre los recursos fraccionados de la unidad entre diversos agentes.
Por su parte en cuanto al régimen de inversiones de las AFPs se propondrá la eliminación del régimen de rentabilidad mínima y la reserva de estabilización, y se reglamentará el esquema de comisión por desempeño.
en cuanto al régimen de inversiones de las AFPs se propondrá la eliminación del régimen de rentabilidad mínima y la reserva de estabilización, y se reglamentará el esquema de comisión por desempeño.
Internacionalización: Bajo la presidencia pro-tempore 2021 de la Alianza del Pacífico que recibirá Colombia en diciembre de 2020, el Gobierno nacional estudiará la posibilidad de ajustar el marco regulatorio para viabilizar un mecanismo alternativo de negociación, compensación y liquidación de valores extranjeros que tengan como origen países de la Alianza.
Así mismo, se iniciará la ruta para emprender nuevas iniciativas de integración, es decir, países con mercados de capitales que cuenten con características complementarias que permitan intercambio de productos y vehículos de inversión, lo que permitirá diversificar la oferta y demanda local, así como una mayor competencia y eficiencia en los mercados involucrados.
4. Entorno político
Durante el año 2021, el entorno político y social cobrará una gran relevancia en Latinoamérica. Por un lado, durante el mes de febrero se llevarán a cabo elecciones presidenciales en Ecuador. Además, se realizarán las elecciones presidenciales y parlamentarias en Perú en el mes de abril y se realizará la elección popular de los ciudadanos chilenos que se encargarán de redactar el nuevo texto de la constitución política. Por otro lado, en junio se adelantarán elecciones federales en México que, a su vez, permitirán medir el respaldo al actual presidente Andrés Manuel López Obrador. También, en octubre se realizarán las elecciones legislativas de Argentina y finalmente, durante el mes de Noviembre, tendrán lugar las elecciones presidenciales de Chile.
Así mismo, aunque en Brasil y Colombia las elecciones presidenciales tendrán lugar durante el 2022, sin duda a lo largo del próximo año se irá desenvolviendo en mayor detalle la carrera por la presidencia para el siguiente periodo y se irán conociendo los posibles candidatos y sus propuestas. Es por esta razón, que los inversionistas tendrán muy presente el entorno político y la evolución de las manifestaciones sociales al momento de tomar decisiones de inversión en los mercados financieros de la región. Más aún, teniendo presente que durante 2019 y 2020 en países como Colombia y Chile este ha sido un factor muy visible.
Entorno político latinoamericano estará bastante dinámico en 2021
Uno de los factores más importantes que consideramos claves a monitorear para el desempeño del mercado no solo en el corto, sino en el mediano y largo plazo, y que marcará la pauta para un retorno sostenible en el tiempo, es la capacidad de las compañías de adaptarse a las grandes tendencias que aceleraron su penetración a raíz del COVID-19.
Los cambios de comportamiento que se están generando en la sociedad como resultado de la pandemia están teniendo una repercusión importante en la manera en la que los usuarios interactúan con las empresas y en sus decisiones de consumo de bienes y servicios. Es evidente que la pandemia traerá muchas consecuencias que cambiarán la vida de las personas para siempre.
Así, en medio de un entorno de extrema incertidumbre, aislamiento y en el que la vida y el cuidado del medio ambiente cobraron un valor muchísimo mayor; la tecnología, la sostenibilidad y el compromiso social han transformado la forma de hacer negocios a nivel mundial. Este fenómeno podría decirse que está cambiando el capitalismo de los Shareholders al capitalismo de los Stakeholders.
Desconocer esta realidad y no estar preparado para adaptar los negocios a este nuevo entorno constituye uno de los principales riesgos para los negocios como están concebidos actualmente.
A continuación, daremos un vistazo a algunas de las grandes tendencias que marcarán el rumbo de las principales empresas que cotizan en la BVC.
La pandemia del COVID-19 aceleró grandes transformaciones pero, sobre todo, acentuó la transición del capitalismo de shareholders al capitalismo de stakeholders.
La digitalización está teniendo un gran impacto, revolucionado todos los sectores de la economía, especialmente por tres grandes avances tecnológicos: la masificación de los dispositivos móviles inteligentes, la computación en la nube y la usabilidad y procesamiento de los datos.
Con esto, la ola de transformación en los servicios financieros ha llegado a todos los rincones del mundo y Colombia no es indiferente a esta tendencia. De acuerdo con información de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), el monto de operaciones vía Banca Internet y Móvil creció cerca de un 20% producto de esta pandemia
El uso de canales digitales ha crecido entre 160% y 190% respecto a un día promedio normal. Además, en el país se han hecho más de dos millones de atenciones en salud a través de teleasistencia y telemedicina en los últimos meses y el número de usuarios de billeteras digitales se ha multiplicado por algo más de dos veces en los últimos seis meses y hoy supera los 15 millones de usuarios, esto solo por mencionar algunos indicadores
Este acelerado avance representa grandes retos para los negocios como los conocemos hoy, donde la competencia ya no se limita a empresas del mismo sector sino que es multisectorial.
la ola de transformación en los servicios financieros ha llegado a todos los rincones del mundo y Colombia no es indiferente a esta tendencia
Los algoritmos ya gobiernan, o al menos influyen en gran parte de nuestras decisiones. Se asegura que, en la actualidad, cerca del 31% de los matrimonios en EE.UU. inicia a través de aplicaciones tecnológicas y se estima que en 10 años este porcentaje ascenderá al 50%. Es claro que la capacidad de conocimiento de nuestras preferencias a través de la información que compartimos en el mundo digital ha abierto grandes posibilidades en el mundo de los bienes y servicios y está transformando la aproximación de las compañías a los consumidores.
Al mismo tiempo, el avance del internet de las cosas, la inteligencia artificial, la computación cuántica, el Big Data, la automatización, entre otras tendencias de transformación digital, implican un ajuste acelerado en su adopción para estar a tono con la evolución de la competencia global en un mundo que continuará avanzando a gran velocidad.
En este contexto, uno de los sectores con mayores desafíos es la banca.
Los avances tecnológicos prometen cambiarlo todo en apenas unos años, los consumidores lo saben y con eso nuestros hábitos de consumo han cambiado, lo que nos ha llevado a que seamos más exigentes, demandando calidad, cercanía e inmediatez.
En este contexto, uno de los sectores con mayores desafíos es la banca. Los avances digitales han motivado la llegada de nuevos jugadores que, hasta ahora, eran ajenos al negocio bancario tradicional, como las reconocidas bigtechs.
En la prestación de servicios financieros, los datos y la información son un activo fundamental. Cada vez toman más fuerza los conceptos de open banking y open finance, bajo los cuales los consumidores autorizan al banco o a las entidades financieras en general, a compartir sus datos con otras entidades financieras o con terceros, para que estos les suministren otros servicios, diseñados según las particularidades de cada cliente, dándole una mayor eficiencia al mercado e imprimiendo dinamismo a la economía digital.
La arquitectura de datos abiertos y el uso de la tecnología ha impulsado la portabilidad de los servicios financieros, principalmente cuentas y créditos. Tal como funciona en el sector de las telecomunicaciones, la portabilidad consiste en el derecho que tiene el consumidor financiero de mantener su número de cuenta y la información relacionada a ella sin importar su proveedor de servicios.
Estos conceptos implican un importante cambio, al pasar de un modelo tradicional en el cual la entidad financiera es el único que accede, procesa y almacena los datos del cliente, a uno en el cual el consumidor adquiere mayor control de sus datos y se empodera en la toma de decisiones financieras, lo cual redunda en mayor competencia, eficiencia e innovación del sector financiero. Incluso, el Gobierno Nacional ya explora aproximaciones regulatorias y prácticas de mercado para implementar el concepto de portabilidad financiera.
Este entorno de revolución digital que esbozamos de forma muy resumida, sin duda, marcará el rumbo de los negocios a futuro.
El Open Banking desafía los límites tradicionales, pues ya no se tiene por qué empezar de cero, y así nuevas empresas pueden soportar nuevas estrategias y sus ofertas de valor con información incluso de su competencia.
El teletrabajo, la digitalización, el boom del e-commerce y las tendencias de consumo, atraviesan cambios irreversibles que están impactando el uso de espacios físicos. Estas transformaciones no son completamente novedosas en el mundo, donde en países como Holanda cerca del 14% de los trabajadores ya laboraban desde la casa antes del inicio de la crisis, ni es la primera vez en la historia que el sector se enfrenta a cambios en las dinámicas de usos de espacio.
Sin embargo, las particularidades de esta crisis han acelerado varios años la transición, dejando a proveedores y consumidores de metros cuadrados en la disyuntiva de seguir operando bajo las condiciones pre-crisis o transformar total o parcialmente la forma en la que se utilizan estos espacios. Estos cuestionamientos se han trasladado a los inversionistas, lo cual se ha visto reflejado en el desempeño de las inversiones inmobiliarias durante el año.
La transformación seguirá dándose al compás de la recuperación económica y los desarrollos tecnológicos, por lo cual no será sorpresivo que algunos de los indicadores del sector, como la vacancia y los cap rates, sigan mostrando deterioros durante los próximos meses, reflejando así factores como la destrucción de empleo, la menor capacidad de gasto de los hogares y las restricciones en inversiones de capital por parte de las compañías.
Sin embargo, esto no implica que el uso de espacios físicos para uso comercial, corporativo o industrial vaya a ser obsoleto o que no pueda recuperarse. Por el contrario, considerando la ciclicidad del sector inmobiliario, se espera que en la medida que las restricciones se vayan disminuyendo, muchos de estos espacios puedan volver a niveles de ocupación pre-pandemia y generar rentabilidades cercanas a las que antecedían el inicio de la crisis; y que consecuentemente veamos una senda positiva en el valor de los vehículos inmobiliarios y sus activos subyacentes en el mediano plazo.
Considerando la ciclicidad del sector inmobiliario, se espera que en la medida que las restricciones vayan disminuyendo, muchos de estos espacios puedan volver a niveles de ocupación y generar rentabilidades cercanas a las que antecedían el inicio de la crisis
Cuando hablamos de Transición Energética se hace referencia al cambio estructural de los sistemas energéticos o las fuentes de energía que el mundo utiliza para su consumo, crecimiento y desarrollo.
La Transición Energética es parte de la historia de la humanidad, que a medida que ha evolucionado y descubierto nuevas tecnologías, ha buscado y desarrollado recursos para alimentar dichos descubrimientos. Repasando la historia moderna, en la Primera Revolución Industrial, sucedida a finales del siglo XVIII y a lo largo del XIX, el carbón fue la fuente para la máquina de vapor; y durante la Segunda, en la mitad del siglo XX, el petróleo movió los motores de autos, aviones, barcos y maquinaria.
Actualmente vivimos la Tercera, en la que la energía nuclear alcanzó a tener su protagonismo y donde los combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural siguen siendo las principales fuentes de energía del mundo. Sin embargo, su uso desmedido, los altos niveles de contaminación que generan, el calentamiento global y el efecto invernadero, así como el aumento de la población mundial y la superpoblación de las ciudades, han hecho imperante el uso de energías sostenibles y renovables como la eólica, la solar, la fotovoltaica, la biomasa, etc.
El hecho es que estas energías están comenzando a desplazar a las anteriores dando origen a una nueva Transición Energética.
El mundo se ha embarcado en un proceso de transformación energética para depender cada vez menos de los combustibles fósiles
La Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés) estima que a causa de la pandemia, la demanda global de energía caerá un 5% en 2020, el consumo de petróleo un 8% y la inversión en energía probablemente baje un 18% durante el año. La única fuente de energía que se espera que crezca este año (1%) son las renovables, impulsadas principalmente por energía solar
Aunque la agencia señala que “es demasiado pronto para decir si la crisis de hoy representa un revés para los esfuerzos por lograr un sistema energético más seguro y sostenible, o un catalizador que acelera el camino del cambio”, también estima que las energías renovables podrían satisfacer el 80% del crecimiento de la demanda de electricidad durante los próximos 10 años.
las energías renovables podrían satisfacer el 80% del crecimiento de la demanda de electricidad durante los próximos 10 años
Una de los temas que más importancia está cobrando a la hora de tomar decisiones de inversión está relacionado con factores ambientales, sociales y de Gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés). Tal es la relevancia, que en esta versión de El Libro, dedicamos un capítulo especial a analizar este tema. Lo invitamos a consultarlo.
Creemos que las pandemias y los riesgos ambientales son similares en términos de impacto, lo que representa una importante llamada de atención para los tomadores de decisiones.
- Jean-Xavier Hecker
& Hugo Dubourg
Codirectores de
Sostenibilidad & ESG
Research J.P. Morgan
Antes de exponer las principales razones por las cuales realizamos nuestra selección de Top Picks 2021, nos permitimos presentar un balance de los resultados de nuestros Top Picks 2020, donde vale la pena mencionar que, como consecuencia de la mayor volatilidad a la anticipada para el período y la necesidad de posicionarse en compañías que contaran con estructuras de capital robustas para afrontar la crisis, el portafolio fue modificado en una ocasión desde la publicación de El Libro 2020.
Desde la fecha de publicación de nuestro documento El Libro 2020 –Colombia con fuerza propia, el 5 de noviembre de 2019, hasta la fecha de publicación de este informe El Libro 2020 – Colombia, frente al reto de la transformación, nuestra canasta de Top Picks 2020 tuvo un retorno total de -5.03%, superior al retorno de índice COLCAP (-25.4%) para el mismo período, generando un alpha total de 20.35%; es importante destacar que durante ese mismo período, el alpha promedio de nuestro portafolio fue de 12.66%.
El alpha (exceso de retorno sobre el índice COLCAP) de nuestro portafolio sugerido de Top Picks desde la publicación de El Libro 2020 ha sido 20.35%.
Si bien el 2020 pasará a la historia como uno de los años de mayores dificultades para los mercados accionarios, el 2021 seguramente también estará cargado de eventos y factores que podrían llevar a que la volatilidad y la incertidumbre permanezcan altas. Como lo mencionamos anteriormente, la variable que mayor impacto tendrá en el desempeño de la renta variable será la velocidad de recuperación de las economías, dado que esta marcará el compás, la capacidad y, consecuentemente, las expectativas de desempeño de las compañías.
Consideramos que el peor momento de la crisis ya habría pasado y, por consiguiente, el 2021 vendría acompañado de repuntes en la actividad y el desempeño de casi todas las compañías bajo análisis.
Ponderamos en mayor medida factores fundamentales de las compañías, tales como su capacidad de generación de utilidades, nivel de apalancamiento y la diferencia entre el valor justo estimado y el precio de mercado.
Es por esto que, sin desconocer la alta incertidumbre, nuestros Top Picks incluyen compañías que cuentan con algunas o todas las siguientes características:
Vale la pena destacar que nuestras recomendaciones tienen un enfoque de inversión de largo plazo, pues cuando recomendamos adquirir acciones en una compañía, nos vemos como sus accionistas y no como inversionistas de corto plazo, pues creemos que los fundamentales de las empresas y, por ende, la generación de valor a sus accionistas, requieren de tiempo para materializarse, crecer y consolidarse.
Estamos convencidos de que el análisis fundamental exhaustivo, acompañado de una rigurosa investigación de factores cualitativos de las compañías (principalmente factores de gobierno corporativo y otros intangibles) y de un proceso de gestión de portafolio disciplinado y metódico, son herramientas esenciales para crear valor en los portafolios de los inversionistas, lo cual dará como principal resultado un rendimiento superior al del índice de referencia. En otras palabras, creemos que esta es la manera adecuada de generar alpha en los portafolios de renta variable. El alpha (exceso de retorno sobre el índice COLCAP) de nuestros portafolios sugeridos de Top Picks en los últimos cinco años ha promediado +7.87%.
El alpha (exceso de retorno sobre el índice COLCAP) de nuestros portafolios sugeridos de Top Picks en los últimos cinco años ha promediado +7.87%.
Activos de Perú. Los activos de Perú serán clave para el crecimiento en ingresos y EBITDA, considerando que en el 2019 estos representaron el 56.1% de los ingresos y el 32.2% del EBITDA consolidado. Para el 2025 estimamos que estos activos pasen a representar el 59% de los ingresos operacionales aportando cerca de COP 3.7 bn (+35% frente al 2019). Destacamos el desempeño financiero de Cálidda, que si bien registró una caída en los volúmenes de venta de gas durante el primer semestre del 2020 (-11% 2T20), la cual impactará los ingresos operacionales consolidados del 2020 en aproximadamente un -18% anual (USD 590 mm ingresos estimados para el 2020), con la recuperación estimada de la demanda a partir el 2021, tasamos que los ingresos superarán los USD 700 mm a partir del 2022, en línea con la meta de establecer 1.8 mm de conexiones de usuarios en el segmento residencial. Por otro lado, Electro Dunas continuará ofreciendo altos índices de rentabilidad (Margen EBITDA ~25%) e ingresos anuales promedio de COP 432 mil mm.
Codensa y Emgesa. Adicional a los activos internacionales, estimamos que los activos no controlados, especialmente Codensa (ROIC 16.7%) y Emgesa (ROIC 19.8%), continuarán aportando a través del método de participación cerca de COP 1.6 bn anuales, lo cual continuará beneficiando la generación de utilidades y caja para cumplir con los planes de inversión que se ha planteado el grupo. Por otro lado, es importante mencionar que actualmente Enel y GEB adelantan conversaciones para llegar a una solución al pleito instaurado hace unos meses, donde se busca dirimir diferencias en la distribución de utilidades de Codensa y Emgesa (70%), el uso de las marcas y el negocio de energías renovables no convencionales.
De darse una solución positiva para GEB, esperamos que los aportes en dividendos de las compañías no controladas incremente en un ~30% (impacto en nuestro P.O. de +COP 50/acción), abriendo además la posibilidad de empezar a incursionar en el segmento de generación a través de energías renovables no convencionales (Solar y Eólica), aumentado aún más las expectativas de crecimiento de GEB en el futuro.
José Germán Cristancho
Gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia
jcristancho@corredores.comDavid Sebastian Cárdenas
Profesional en Práctica